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Una ocupación para salvar el último cine asociativo de París.
El cine La Clef es un cine histórico, situado en el corazón de París y nacido en los años 70. Durante casi 50 años, el cine ha atraído al público con su programación diversa, sus precios bajos, sus debates con los directores y sus festivales. El cine fue abierto por un empresario apasionado por el cine y luego, a principios de los años 80, cuando quebró, fue vendido al Comité de Empresa de la Caja de Ahorros de Île-de-France, que conservó 2 de los 3 cines y transformó el resto del edificio en un centro cultural para sus empleados. En 2018, el cine cierra porque el dueño del local está buscando revender. A pesar de dos intentos de recompra por parte del ex director del cine y luego de los ex empleados, el cine sigue cerrado.
El 20 de septiembre de 2020, varios colectivos e independientes – aficionados.as al cine, directores.as, profesionales del cine y varios artistas de ocupaciones artísticas, residentes en el barrio – se reúnen en el seno de la Asociación Home Cinema y deciden ocupar ilegalmente el cine La Clef de forma cívica y desinteresada.
La reivindicación es simple:
“Nos comprometemos a no ocupar más el lugar en cuanto tengamos la confirmación escrita y oral, y ante los testigos periodísticos y jurídicos, de que este cine seguirá siendo un cine parisino independiente, y un cine asociativo por encima de todo”.
A partir del segundo día de ocupación, una película diferente es propuesta cada noche a precio libre. Sin ninguna jerarquía de género, duración o medios de producción. Las películas son proyectadas sistemáticamente con el acuerdo de sus distribuidores gracias a una solidaridad sin precedentes y mayoritaria.
La programación se decide en una reunión mensual de todos los programadores. Además de las películas de repertorio, se da gran importancia a la programación de las obras presentadas por sus autores, lo que da lugar a reuniones y debates con el público.
La ocupación cuenta con un gran impacto mediático y es apoyada por muchos artistas, instituciones culturales, y la alcaldía de París. No obstante, el propietario presenta una denuncia y 6 ocupantes son juzgados y condenados en diciembre a abandonar el local en febrero. Pero gracias a todo el apoyo que recibe, la asociación Home Cinema decide quedarse hasta el juicio de apelación que debía celebrarse a principios de junio de 2020 y que se aplaza hasta nuevo aviso.
A la espera de la reapertura, el colectivo sigue trabajando en un proyecto para reabrir el cine en caso de que el Ayuntamiento de París mantenga su promesa de comprar el edificio.
Esta ocupación es tan « real » como una película de guerra en sus preparativos o búsqueda de localizaciones, tan « realista » como una película social británica, a horcajadas en la descripción meticulosa de la vida cotidiana de un frenético y su vida criminal (estoy pensando en La Pantera Negra de Ian Merrick). Luego viene el elenco del equipo, el núcleo duro para « dar este golpe » digno de los mayores atracos de las películas criminales (desde el Cuarto Hombre de Phil Karlson a Ladrón o Calor de Michael Mann) o las valientes y casi suicidas operaciones de los Siete Samuráis a los Doce Bastardos. Cada proyección nocturna, a precio libre, única y sin discontinuidad, representa el latido, reanimado por nosotros, de un cine cuyas propiedades están ahora cerca de una casa encantada o del King Kong de John Guillermin, si nos referimos al final mismo de la película, para preservar toda alteridad y desafiar el infierno de los mismos que merodean (la uniformidad criticada por películas de SF como El pueblo de los condenados de Wolf Rilla a John Carpenter o las tres versiones cinematográficas de Body Snatchers).
Chaney Grissom, miembro de la Asociación Home Cinema